Dentro de todos los ámbitos que abarca la UNESCO se encuentra el Patrimonio Mundial, donde se relevan aquellos bienes patrimoniales de Valor Universal Excepcional, con significancia natural o cultural extraordinaria que les permita trascender las fronteras nacionales. Existe una amplia gama a nivel internacional, dentro de la cual Chile posee 6 sitios reconocidos dentro de la lista de Patrimonio Mundial, que son: Parque Nacional Rapa Nui, Iglesias de Chiloé, Barrio histórico de la ciudad portuaria de Valparaíso, Oficinas salitreras de Humberstone y Santa Laura, Ciudad minera de Sewell y Qhapaq Ñan – Sistema vial andino.
Además, de la lista oficial, también existe la Lista Tentativa de Patrimonio Mundial que es una nómina que incluye bienes que el propio Estado considera que poseen valor universal, es el primer paso para estar posteriormente considerado dentro de la lista oficial. En esta lista tentativa Chile posee varios sitios y lugares patrimoniales, donde destaca la Región de Los Ríos con el “Complejo Defensivo de Valdivia”, o también conocido como el Sistema de Fortificaciones de la Cuenca del Río Valdivia y Bahía de Corral.
Para optar al reconocimiento del Valor Universal Excepcional, el Complejo Defensivo debía cumplir con algunos criterios definidos por la Convención de Patrimonio Mundial, considerándose en esa oportunidad para su nominación los criterios de “i. Ser una obra maestra producto de la creatividad del hombre; iii. Constituir un testimonio único, o al menos excepcional, de una civilización o tradición cultural que haya desaparecido; iv. Ser un ejemplo sobresaliente de un tipo de edificación, un conjunto arquitectónico o un paisaje que ilustre una o varias etapas significativas de la historia humana.”
El Sistema de Fortificaciones corresponde a un conjunto de 19 bienes culturales de “infraestructura defensiva”, en la categoría de “castillos, fuertes, baterías y puntos de vigía” que formaron el enclave de fortificaciones que se emplazaron en Valdivia y Corral, entre los siglos XVII y XVIII, siendo de los pocos recintos arquitectónicos defensivos de época colonial que se mantienen físicamente en el territorio nacional. Destacan entre ellos el Castillo de Mancera, Niebla, Corral, Amargos, Fuerte y Batería de San Carlos, Fuerte de Baides, Batería y Reducto de Chorocamayo, Baterías de Carboneros, Aguada del Inglés, entre otras.
Las instalaciones defensivas del océano Pacifico junto a las ubicadas en el océano Atlántico formaron parte de un “proyecto político de Estado (de la Corona Española) donde lo militar articula un territorio de costa y de interior. A más de 500 años del descubrimiento y ocupación de América, los sitios fortificados de Valdivia y Corral, tras un largo periodo de abandono, hoy son utilizados con fines recreativos, educativos y turísticos.
Columna de Opinión por Leyla Sade, Directora de Patrimonio, Asociación Patrimonial Cultural de la Región de Los Ríos